La Comisión de Fiesta Patronal de Moro 2011, tuvo a bien realizar un concurso de cuentos las mismas que los llamados a participar fueron las personas del lugar.
Considero que promover éste tipo de actividades es valioso a fin de crear condiciones para un mejor desarrollo cultural.
He pedido el permiso necesario al autor del cuento ganador del concurso, Don Fernando Peña García para ser publicada en éste blog; mi agradecimiento por su aceptación.
MI PLATO
Autor: Fernando Peña García
Conversando… conversando, echamos a
andar la “rueda de los recuerdos” por pampas, cerros, quebradas y montaña, encontrando a tres buenas
compañías, fruto de Tiempo sin memoria de su nacimiento ni preludio de su fin,
y que alguien los juntó como un todo, para orgullo de Muruna Pampa y el gozo
del sabor universal.
Un inquilino chiquito, algo peludito
y con simpáticos bigotitos nos dijo: -¿A mí me buscas o a otro de la
“mancha”?, porque yo aún estoy sin
combo. Te olvidaste de mi panca, pero
estás que me hechas ojo.
Y de seguido la generosa gordita les
dijo a las de su “mancha”: -Parece que nos han sacado de nuestra Patsa Mama y
ahorita nos van a pasar a “mejor vida”. -A lo que sus hermanas de la “ruma”
dijeron-: ¡Ojalá que sea bien acompañadas!, para que al menos quedemos de
recuerdo y si nos van a dar algún privilegio, que sea el de “buen provecho”.
-Eso está asegurado si les acompaño,
pero en su “punto”, pues cuando voy solito apenas me hago sentir, pero cuando
me acompaña mi “mancha” podemos hacer ver estrellas en el día. – Dijo el variopinto CANDELITA.
Estando en esta amena conversa el
“trío de los imprescindibles”, es que aparecieron los festivos “Shaqshas”
llenando el aire con el “tun-tun” de sus bombos, los finos silbidos de sus
pinkullos y el cascabeleo de sus shaqapas. Había alguna celebración y
necesariamente el plato tenía que estar presente… ¿Quién?. A lo que el “trío”
se dijeron: -Ese lo llenamos nosotros, pues por algo nos tienen como el
anfitrión de su “carta de presentación”.
Aquí comenzaron los preparativos del
“trío” en una conversa de “dimes y diretes”.
La GORDITA le dijo a BIGOTITOS: -Alístate,
pues ahorita te van a dejar calato, sin un pelito y tus patitas juntitas te las
van a extender, como para que recibas con los “brazos abiertos” al paladar más exquisito.
-Pues a ti te aguardan no menos preparativos,
ya que te van a dejar peladita y te harán pedacitos, convirtiéndote de una, en
un buen puñado para que te repartas con gusto –Así le respondió BIGOTITOS-. Y
como ahí no´ más se encontraba CANDELITA, les dijo a sus “cumpas”: -Así que nos
pelan, para que les demos. ¿Qué… tal
raza?. –A lo que le respondieron: -A ti
no te dejan calato; más bien te sacan el sombrerito y recogen tus bien
guardadas semillas, para que nuestra Patsa Mama siga dándote vida. Pero eso sí, tú te vas al batán y sales
bien chancado.
Y picón el CANDELITA les recordó: -Bueno,
tengo el privilegio de ser el primero, pues los tres vamos a quedar bien
molidos de tanto chanca y chanca de nuestros hinchas, dejándoles un regusto de
memoria. ¿Ya?.
Aparecieron las manos mágicas de las
“kusinayritas” y comenzó la música de las brasas con el canto de sartén, ollas
y batán, que con la compañía de los “Shaqshas” llenaban el aire de sonido ameno
y olor a manjar.
Primero fue BIGOTITOS en salir a la
palestra, ya que se trataba de todo un espectáculo, que no se ve todos los días.
Y reverente dijo: -Aquí estoy, pues voy a estar bien acompañado de mi “trío” para el festín–. Entonces las manos mágicas de
un silencioso corte le pasaron por el “sauna”, hasta dejarlo sin un pelito y las
brasas alegres con sus chisporroteos alistaron la sartén, que recibió a BIGOTITOS
para ponerlo crocante y doradito.
A esto, ya había arrancado la
“pelada” de GORDITA y sus “cumpas”, que comenzaron a decirse una a las otras: –Aquí
comienza nuestro camino de la olla a la sartén. ¡Ójala que nos pongan buenas
compañías!; ¿Para qué?. –Se dijeron algunas, y otras les recordaron: -Solitas
somos apetecibles, pero cuando estamos bien acompañadas, se chupan hasta los
dedos y nos dan la bienvenida con eructo y todo.
CANDELITA, ya lista, le dijo a las
“manos mágicas”: -¡Trátame con cariño!, pues el baile que me espera en mi amigo
el batán con chanca y chanca, me va a dejar “molido”, pero no agotado, pues
seguiré firme en mi “toque de sabor”, como cuando colgaba de mi casita en la
planta.
Aquí comenzó el arte mágico de las “kusinayritas”,
para poner en su punto a BIGOTITOS, GORDITA y CANDELITA, pues cada cual tenía
su trato y lugar, para que el “trío” formase uno solo inseparable.
BIGOTITOS crocante y doradito
exclamó: -Yo estoy listo, pues felizmente me han acompañado buenos aderezos y
he llegado gordito; así que, con los brazos abiertos les recibo, mis fieles
compañías.
GORDITA, sin quedarse atrás, dijo: -Pues
yo me he presentado bonito, y cuando mi “causa” CANDELITA llegó todo eufórico
de color y energía, le recibí con alegría y nos hicimos dos en uno; así que
aquí estamos, para acompañarnos contigo.
-Ah, pero aunque yo estoy como
invisible, y más aún al juntarme a ti, GORDITA, les advierto, que a quienes van
a poner ojo, es a ustedes pero, ¿Quién pone el toque del sabor?. Así que no
vayan a molestarse por mi compañía. -Dijo con orgullo, CANDELITA.
Todo listo, comenzó el orden, y
GORDITA con CANDELITA le dijeron a BIGOTITOS: -Como estás con los brazos
abiertos para recibirnos, pues aquí vamos, que te vamos a dejar bien tapadito.
–A lo que BIGOTITOS les respondió: -¡No, pues…! Si yo quedo tapadito, le
quitamos la gracia al nombre con que nos han bautizado, de: “Picante de Cuy”.
En cambio, si yo les abrazo desde arriba, nos ven a todos y al toque saben de
qué se trata.
Se pusieron de acuerdo el “trío”; y
BIGOTITOS estaba en su razón; así que se ordenaron y, ¡Plato servido!.
Ya listos en el plato se
preguntaron: -¿Y no tendremos más compañías?, pues la Chicha, el Pisco, el Vino
y la Cerveza siempre andan rondando y cuando se pasan endulzando a nuestros
hinchas, quedamos nosotros como segundos
acompañantes y no como los actores principales en la historia de la mesa
de Muruna Pampa, como para que nos
regalen un: ¡Buen provecho!.